Colombia joins the Beyond Oil and Gas Alliance and confirms international climate leadership
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Bogotá, Colombia. The Permanent Council for a Just Transition and our allies welcome the decision of the Colombian government to join the “Beyond Oil and Gas Alliance” (BOGA), an alliance of governments and stakeholders working together to facilitate the managed phase-out of oil and gas production..
Tatiana Roa, member of the Consejo Permanente para la Transición Energética Justa (Permanent Council for a Just Energy Transition), said:
“Colombia joining BOGA is great news and embodies the government’s commitment to transform the country into a “Global Power of Life.” The decision aligns with the resistance movements against the predatory fossil fuel industry, which have helped bring the government of Gustavo Petro to power. Therefore, we welcome this new political step, and we hope that Colombia’s membership in this alliance will mean opportunities to access greater technical and financial resources to move away from fossil fuels dependence. As civil society, we stand ready to support the government in the challenges this transition represents for Colombia and the world.”
Colombia’s entry into the alliance also demonstrates the country’s concrete climate leadership, as it stands alongside Denmark and Costa Rica to form a group of countries willing to cooperate in phasing out dependence on fossil fuels.
Romain Ioualalen, Global Policy Manager at Oil Change International, said:
“Colombia joining the Beyond Oil and Gas Alliance is a positive diplomatic development and shows great leadership ahead of the crucial COP28 that must enshrine a fast and fair phase out. Colombia, which is the largest oil and gas producer to date to join BOGA, is showing a real effort in planning a fossil free model of economic development and is a source of inspiration for the region and the world. Instead of further locking in its economy and its people in an unsustainable and risky fossil based economic model, Colombia is making plans for a just transition away from coal, oil and gas. Engaging with BOGA will ensure Colombia gets support from other countries that have made similar commitments to keep oil and gas in the ground.
“This move puts to shame claims of climate leadership from countries such as the United States, Canada, or Norway which are less dependent on oil and gas revenues and wealthier than Colombia, but continue to prop up oil and gas production in defiance of climate science.”
In addition, global economic scenarios foresee an inevitable decline in demand for oil, gas and coal, which will have a direct impact on producing countries, especially in the Global South, if they do not prepare accordingly. Colombia is working to avoid devastating socio-environmental and climate impacts, as well as additional economic consequences.
Mark Campanale, founder Carbon Tracker Initiative, said:
“Colombia’s decision to join the BOGA is to be applauded. The country stands firm in its orientation behind the only policy proposal that can truly navigate the coming climate, environmental, and economic disasters. By joining a group of countries leading the phase-out of fossil fuels, Colombia will not only be able to strengthen its energy transition policies, but will also benefit from a sounding board to promote its vision of a sustainable and just world, away from fossil fuels.”
Alex Rafalowizc, Director of the Fossil Fuels Non-Proliferation Treaty, said:
“Colombia’s entry into BOGA represents a step towards a national energy transition, but also a step forward on the international climate stage. Colombia is giving a global scope to its climate leadership calling on the international community to recognize the urgency to work together to put an end to the fossil fuel production caused disasters. However, it is up to the producing countries of the North – historically responsible for the climate crisis, but also much better equipped to deal with it – to mobilize for a just transition on a global scale. The next step for Colombia is therefore be to promote the creation of a new legal mechanism that allows this transition to be carried out in the fairest and most equitable way possible, where significant obligations lie with those who have the greatest historic responsibility. It is time for Colombia to join the growing demand for a Fossil Fuel Treaty.”
Yuvelis Morales, member of the Alianza Colombiana Libre de Fracking (Colombian Alliance Free of Fracking): “For us, communities on the front line of exploitation, continuing fossil fuel production is the equivalent of signing our own death warrant. In the long run, the same will apply to Colombia and the planet as a whole. So yes, Colombia’s joining the BOGA is very good news. However, what must go hand in hand with the country’s international commitments is the implementation at the territorial level to end of all new oil production. Saying yes to BOGA means saying no to fracking in our territories.”
The announcement comes as the Congress considers a proposed law that will ban fracking and extraction of non-conventional oil and gas deposits, a civil society organizations`effort supported by the Government but facing opposition from some of the industry-aligned forces.
Colombia se une a la alianza “Más Allá del Petróleo y el Gas” y confirma liderazgo climático internacional
31 de Agosto 2023, Bogotá – Desde el Consejo Permanente para la Transición Justa, y junto con nuestro aliados, damos la bienvenida a la decisión del gobierno colombiano de unirse a la alianza “Más Allá del Petróleo y el Gas-BOGA”, una alianza de gobiernos y partes interesadas que colaboran para facilitar la eliminación progresiva gestionada de la producción de petróleo y gas.
Tatiana Roa, Miembro del Consejo Permanente para la Transición Energética Justa, dijo: “Que Colombia se una a BOGA es una gran noticia y concretiza el compromiso del gobierno de transformar al país en una “Potencia Mundial de la Vida”. La decisión se inscribe además dentro del respeto a los movimientos de resistencia contra la economía fósil depredadora quienes son los que han llevado el gobierno de Gustavo Petro al poder. Por lo tanto, nos alegramos de este nuevo paso político, y esperamos que la entrada de Colombia a esta alianza signifique oportunidades de acceder a mayores recursos técnicos y financieros para salir de la dependencia de los hidrocarburos. Desde la sociedad civil, seguimos listos para apoyar al gobierno dentro del inmenso reto que representa esta transición para Colombia y el mundo.”
La entrada de Colombia en la alianza también demuestra el liderazgo climático concreto del país, ya que se sitúa claramente junto a Dinamarca y Costa Rica para formar un grupo de países dispuestos a cooperar en la eliminación progresiva de la dependencia a los combustibles fósiles.
Romain Ioualalen, Director de Política Global de Oil Change International, declaró : “El liderazgo de Colombia en la planificación de un modelo de desarrollo económico libre de combustibles fósiles debería ser fuente de inspiración para la región y el mundo. En lugar de encerrar aún más a su economía y a su población en un modelo económico insostenible y arriesgado mientras el mundo hace la transición hacia las energías limpias, Colombia está tomando la audaz decisión de planificar una transición justa para alejarse de los combustibles fósiles. Es muy positivo ver que el liderazgo de Colombia es adoptado y apoyado a nivel internacional por la Alianza BOGA. Además, esto pone en entredicho las pretensiones de liderazgo climático de países como Estados Unidos, Canadá o Noruega, que son mucho menos dependientes de los ingresos del petróleo y del gas y mucho más ricos que Colombia.”
Además, los escenarios económicos mundiales prevén una disminución inevitable de la demanda de petróleo, gas y carbón, que repercutirá directamente en los países productores, sobre todo del Sur, si no se preparan para ello. A los devastadores impactos socioambientales y climáticos se sumarán las dramáticas consecuencias económicas, y es lo que Colombia intenta evitar.
Mark Campanale, fundador de founder Carbon Tracker Initiative, afirmó: “La decisión de Colombia de unirse al BOGA es digna de aplauso, ya que el país se mantiene firme pase lo que pase, presentando la única propuesta política que puede hacer frente a los desastres climáticos, medioambientales y económicos. Al unirse a un grupo de países que lideran la eliminación progresiva de los combustibles fósiles, Colombia no sólo podrá reforzar sus políticas de transición energética, sino que también se beneficiará de una caja de resonancia para promover su visión de un mundo sostenible y justo, lejos de los combustibles fósiles.”
Alex Rafalowizc, Director de la iniciativa para un Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles, dijo: “La entrada de Colombia a BOGA representa un paso más del país hacia una transición energética nacional, pero también un paso más en el escenario climático internacional. Colombia está en proceso de dar una dimensión global a su liderazgo climático y hace un llamado a toda la comunidad internacional para que reconozca la urgente necesidad de trabajar juntos para poner fin a la cadena de desastres provocados por la producción de combustibles fósiles. Sin embargo, corresponde a los países productores del Norte -responsables históricos de la crisis climática, pero también mucho mejor situados para afrontarla- movilizarse por una transición justa a escala mundial. El siguiente paso para Colombia sería, por tanto, promover la creación de un nuevo mecanismo legal que permita que esta transición se lleve a cabo de la manera más justa y equitativa posible, donde la obligación principal sea de quienes tienen la mayor responsabilidad histórica. Es hora de que Colombia se una a la creciente demanda de un Tratado sobre Combustibles Fósiles.”
Yuvelis Morales, Miembro de la Alianza Colombiana Libre de Fracking: “Para nosotros, comunidades en primera línea de la explotación de hidrocarburos, persistir en la producción de combustibles fósiles equivale a firmar nuestra propia sentencia de muerte. A largo plazo, lo mismo se aplica a Colombia y al planeta en su conjunto. Así que sí, la adhesión de Colombia al BOGA es una muy buena noticia. Sin embargo, lo que debe ir de la mano de los compromisos internacionales del país es la traducción y concreción a nivel territorial del fin de toda nueva producción. Decir Sí al BOGA significa decir No al fracking en nuestros territorios.
El anuncio se produce mientras el Congreso estudia una propuesta de ley que prohibirá el fracking y la extracción de yacimientos no convencionales de petróleo y gas, un esfuerzo de las organizaciones de la sociedad civil apoyado por el Gobierno pero que se enfrenta a la oposición de algunas fuerzas alineadas con la industria.